
El joven Bush en su avión torpedero a bordo del San Jacinto en 1944
Picotazos de historia
Cuando Bush padre escapó del canibalismo japonés en la Segunda Guerra Mundial
Ocho soldados norteamericanos fueron hechos prisioneros y torturados por las tropas japonesas del vicealmirante Mori Kunizo quien creía que el consumo de los hígados humanos era beneficioso para la salud
Chichi Jima es la mayor y más poblada de las islas que forman el archipiélago de Bonin o de Ogasawara, situado a unos doscientos cincuenta kilómetros al norte de Iwo Jima. En 1944 Chichi Jima contaba con una estación meteorológica, de radio, aeropuerto e infraestructuras portuarias, además de una estratégica posición como eje principal de las operaciones de apoyo y vigilancia durante la campaña de Iwo Jima (febrero–marzo de 1945). En la segunda mitad de ese año de 1944, la isla estaba siendo objeto de las delicadas atenciones de las fuerzas aéreas norteamericanas, que buscaban destruir las instalaciones de la isla. Para tal contingencia los japoneses decidieron establecer abundantes y eficientes unidades antiaéreas.
A primeros de agosto varios escuadrones de bombarderos/torpederos Grumman TBF Avenger –avión de doble función con una tripulación de tres personas (piloto, artillero y bombardero/operador de radio)– despegaron desde el portaaviones USS San Jacinto. Eran parte del Grupo Aéreo 51 y su misión era la destrucción de dos emisoras de radio de la isla Chichi Jima. La misión resultó ser más dura de lo esperado para los jóvenes pilotos norteamericanos, ya que la defensa antiaérea nipona derribó a cinco de los Avenger que participaron en el ataque. Respecto a los tripulantes de los aviones derribados: seis murieron en el aire o al estrellarse el aparato (bien en el mar bien en tierra) y nueve sobrevivieron. De estos últimos, ocho fueron capturados por la guarnición japonesa y el noveno consiguió adentrarse en el mar y acabaría siendo recogido por un submarino norteamericano.

TBF-1 Avenger a principios de 1942
Investigaciones realizadas después de la guerra, para conocer el destino de estos prisioneros, relató una historia espeluznante. Durante meses los prisioneros fueron maltratados e, incluso, periódicamente torturados, con el fin de sacarles información. La pequeña base aérea de Chichi Jima estaba bajo las ordenes del vicealmirante Mori Kunizo, quien tenía algunas curiosas ocurrencias. Una de ellas era que el consumo de los hígados humanos era beneficioso para la salud.
A finales del año de 1944, el cada vez mayor dominio aéreo de las fuerzas aliadas hizo pagar un pesado tributo a los cargueros japoneses. Por este motivo los alimentos, ya racionados, fueron escaseando en la isla de Chichi Jima. El teniente general Yoshi Tachibana, al mando de la 1ª brigada combinada independiente, de guarnición en la isla, viendo que las reservas de alimento iban disminuyendo decidió prescindir de las bocas inútiles. Los ocho prisioneros, que llevaban meses de torturas y malos tratos, fueron decapitados. Lo más espeluznante vino después. Se ordenó al oficial médico –Todashi Teraki– que extrajera los hígados de los prisioneros y los entregara al cocinero. Este, a su vez, los preparó en brocheta, que cocinó a la brasa, y los sirvió a los oficiales del Estado mayor de Tachibana.Los ocho prisioneros, que llevaban meses de torturas y malos tratos, fueron decapitados
El resultado de la investigación puso los pelos de punta a los norteamericanos. Tachibana fue inmediatamente procesado y condenado a muerte. Como ningún código militar contemplaba el canibalismo con los prisioneros de guerra, se le condenó por «negar un honorable entierro a los caídos». El vicealmirante Mori Kunizo, que anteriormente había sido condenado a prisión, vio reabierto su caso con motivo de los resultados de la investigación sobre los prisioneros. Fue condenado a muerte y ejecutado.
El piloto norteamericano que salvó la vida al adentrarse en el mar era un jovencísimo teniente de vuelo que, con el tiempo, llegaría a ser el 41º Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica: George Herbert Walker Bush.