Seguridad vial
Se complica la ITV a partir de mayo: las dos nuevas pruebas que tendrán que pasar los coches
Se calcula que la ITV evita hasta 18.000 accidentes al año y 130 fallecidos
La Inspección Técnica de Vehículos, popularmente conocida como ITV lleva en funcionamiento desde el 1 de octubre de 1981 para vehículos industriales y desde el 1 de enero de 1985 para todos los vehículos.
Como su propio nombre indica, se trata de un examen técnico al que se deben someter todos los automóviles si quieres seguir circulando. Los coches nuevos deben pasar la primera ITV a los cuatro años, y a partir de ahí lo harán cada dos años hasta que cumplen una década de antigüedad, momento en el que comienzan a pasarlo anualmente.
El gran problema de las ITV
Actualmente desde las ITV denuncian un grave problema provocado por el absentismo a la inspección, pues más de un 40 % de los coches que deberían pasarla circulan sin haberse presentado a la misma, algo muy serio que puede provocar un incremento de la siniestralidad, pues se calcula que la ITV evita hasta 18.000 accidentes al año y 130 fallecidos.
Ante la progresiva dotación tecnológica de los automóviles, un coche de hoy en día tiene poco o nada que ver con uno de mediados de los 80. Por eso, las ITV han ido evolucionando el tipo de pruebas que realizan y, en este caso, se introducen dos nuevas verificaciones que afectan de lleno a la gran mayoría de los turismos de mediana edad.
Sistema e-call SOS
Por un lado las estaciones de la ITV deberán empezar a comprobar a partir de mayo el correcto funcionamiento del dispositivo e-call.
Este dispositivo se activa mediante un botón ubicado junto al retrovisor central que lleva las letras SOS. Al pulsarlo nos pone en comunicación con la central de emergencias, de manera que podemos comunicar cualquier tipo de incidente, ya sea una avería, un accidente o la presencia de un animal atropellado en la calzada. Este sistema es obligatorio desde el 31 de marzo de 2018.
Por otro lado, también a partir de mayo las ITV procederán a controlar el consumo y los niveles de emisiones reales de los coches, lo que harán mediante el puerto OBD.
Control OBD
El OBD es una conexión que da acceso a la centralita del vehículo, donde están registrados todas las averías, consumos y emisiones del coche.
De esta forma, desde un ordenador, el técnico de la ITV puede valorar el correcto funcionamiento del motor y sus emisiones. También puede tener acceso a las averías del mismo y controlar que el propietario no haya borrado los mensajes de error y consumos antes de entrar a la ITV, lo que evitaría su detección.