Pionera, icono y reina del periodismo español

Tenía 82 años y, tras de sí, toda una vida dedicada a la radio y la televisión. Pocas comunicadoras españolas han conseguido más acólitos que ella, pocas reinaron más tiempo y pocas han sido más queridas.

Nunca se quitó en antena el acento malagueño que la acompañó toda la vida. Una vida que comenzó profesionalmente en las ondas de su Málaga querida (había nacido en Tetuán en el año 41) con apenas 15 años, en Radio Juventud. Estudió Filosofía y Letras al tiempo que aprendía el oficio en el que destacaba por su espontaneidad y su pulcritud. Tuvo María Teresa Campos varios idilios mediáticos a lo largo de su vida (Televisión Española, Telecinco, Antena 3…), pero el primero empezó en 1968 con Radio Popular Cope de Málaga que la fichó para presentar el programa Español Pop. Más tarde llegaría Mujeres 72 para Radio Juventud y la dirección de Informativos de Radiocadena Española por cuya labor obtendría el Premio Ondas en 1980 (ganó otro más en 2002).

Ya instalada en Madrid y con apenas 40 años, María Teresa Campos es considerada una de las periodistas radiofónicas más solventes y serias de España por lo que los coqueteos con la televisión no tardaron en llegar. Televisión Española le ofrece colaborar en el programa Esta noche en 1981, luego llega La tarde y, después, Diario de sesiones, hasta que, en 1986 se pone a las órdenes de Jesús Hermida en la gran apuesta de la cadena, Por la mañana. Y en 1990, y después de veinte años de carrera profesional, liderará al fin el primer gran proyecto televisivo de su carrera: A mi manera (posteriormente, Ésta es tu casa y, después, Pasa la vida), un magacín diario que revienta las audiencias y gracias al cual se la empieza a considerar la reina indiscutible de la televisión sobre todo a partir de 1993 cuando el programa pasa a emitirse por las mañanas.

Querida por toda España y con un grado de popularidad mediática propio de estrella de rock, Telecinco no deja pasar la oportunidad de ficharla por más de 3 millones de euros por temporada en 1996. Y así es como, hasta 2004, el magazín matinal Día a día la convierte en una de las periodistas con mayor credibilidad de España y con el que populariza la mesa de tertulia política de la mañana, poco corriente entonces en ese tipo de magacines y que se mantiene hasta hoy. Prueba otros programas, otros formatos, incluso compagina durante dos años la mañana en Telecinco con las tardes en la Cope. Y es que no había otra periodista en España a su altura. Todos querían salir en su programa, que ella les entrevistara, que se pusiera algo de su marca, que recomendase lo suyo… La Campos fue una moda, como su pelo cardado y sus trajes de chaqueta que adoraba un sector de la población –el de las mujeres de mediana y avanzada edad– que había sido ninguneado por las cadenas y que ella supo atraer para sí.

Pero su idilio con la cadena de Carlotti termina en 2004 cuando ficha por Antena 3 a razón de seis millones de euros por temporada, pero una Ana Rosa Quintana poderosa le hacía ya la competencia y no pudo contra sus datos de audiencia en Telecinco. Con todo, y pese a dejar la primera línea de le televisión en 2007, no se retira oficialmente de la televisión hasta 2021. Entre medias volvería a Telecinco con El laberinto de la memoria y Qué tiempo tan feliz, pero ya saldría más en el papel couché que en los rankings de audiencia y es que su vida y la de sus hijas, Terelu Campos y Carmen Borrego, han llenado muchos titulares.

En su libro de memorias titulado Dos vidas la también escritora contó muchas de estas experiencias, sus inicios y la llegada del éxito, cómo desde muy joven quiso salirse de la estela que parecía haber sido marcada para ella y como, siendo la periodista más aclamada de España, lidió con el matrimonio y la maternidad. Estuvo casada con el periodista José María Borrego, padre de sus hijas, de quien se separaría en 1981 y que acabaría suicidándose en el año 84, y de 2014 a 2019 estuvo unida al humorista Edmundo ‘Bigote’ Arrocet.

De entre el grupo de periodistas españolas que han escrito con mayúscula el trabajo de las mujeres en la profesión de finales del siglo XX destacan grandes nombres: Rosa María Mateo, Encarna Sánchez, Paloma Gómez-Borrero… Pero, indiscutiblemente, el papel y la labor de María Teresa Campos al frente de numerosos programas y formatos en radio y televisión sigue siendo el más inspirador para miles de comunicadoras. Por supuesto, su vacío no será fácil de llenar.