España a la calle. Otra vez

Todo el que me conoce, aunque parezca mentira, sabe que básicamente soy una persona reacia a invitar o convocar a la gente, a los ciudadanos a salir a la calle a protestar masivamente cuando se producen anomalías democráticas o estados de alarmante excepción en un país y lógicamente en este caso el nuestro.

Aún en esa prudencia estando al frente en 2017 de Societat Civil Catalana convocamos las más grandes manifestaciones conocidas en Cataluña que siempre representaron un antes y un después del desgraciado procés que nos tocó vivir y aún colea.

Recientemente al margen de las concentraciones convocadas por partidos políticos, quién suscribe coprotagonizó los actos masivos de Cibeles en Madrid en las que no aparecieron banderas partidistas o ideológicas ondeando tan solo las españolas y europeas, dando de esa forma cabida a grupos de todo tipo de condición transversal de la sociedad civil puesto que en el llamamiento ni alocuciones ni consignas hubo acción alguna que no fuera en favor y defensa de España.

Hoy, iniciando el verano oficial ciudadano nos encontramos en un momento que se han disparado todas las alarmas de nuestro país pues se están produciendo hechos que son ilegales, ilícitos y anticonstitucionales, que aunque parezca imposible sobrepasan la ya de por sí enorme gravedad de unas leyes de amnistía, de olvido de los ERE andaluces, de la beatificación etarra, de la perversa manipulación de la Fiscalía General, del secuestro del Tribunal Constitucional y acabando por una directa y dictatorial amenaza contra jueces, medios de comunicación y personas disidentes que mantienen casi clandestinamente la voz de la verdad que es sin duda alguna el grito de la libertad.

Estamos además asistiendo a fenómenos que el pueblo español no debería admitir pues atentan directamente contra nuestra dignidad como ciudadanos, como país y como nación. El proceso de humillación constante a la que sus propios socios de gobierno están sometiendo a Su Persona Sánchez sobrepasa en mucho el límite final de la vergüenza y el dolor, siendo la única razón para su admisión o sumisión tan solo el mantener y mantenerse en el poder mientras continúa alimentando a los miles de sátrapas, indocumentados o simplemente mediocres fracasados.

¿En dónde se ha visto que un grupo casi insignificante en el Congreso con un prófugo de la Justicia como cerebro director esté poniendo en jaque la gobernabilidad de todo un país ya desgraciadamente ingobernable, dando además la cara por otras formaciones destructoras incluyendo los que apoyan cínicamente o se parapetan tras los cargadores parabellum y gatillos mortales?

Y como cada día nos presentan nuevas convulsiones ahora resulta que para investir al Sr. Illa como presidente de la Generalitat, ha entregado Cataluña al expolio económico humillando al resto de comunidades autónomas para preparar sin duda un referéndum de destrucción de España, sin contestar a preguntas de los medios, mintiendo de nuevo y presentando la cara más dura de su ya de por sí dureza de facciones mientras le ha concedido a Zapatero la oficial condición de mosca cojonera ante los desmanes de Maduro en Venezuela. En fin, un sinsentido de un país sin rumbo ni sentido.

El Sr. Page de Castilla La Mancha no entiendo cómo es que no está en París luchando por las medallas de esgrima pues ataca y retrocede, se lanza y vuelve atrás jugando con su estoque de plastilina como los mosqueteros cobardes. Diríase de la Pimpinela Escarlata.

Pero es que todavía hay más en forma de dardo envenenado clavado directamente en el corazón del presidente, si lo tiene, pues al margen de sus correrías, derechos mal interpretados, lujos malversados, desplantes, chulerías y finalmente inadmisibles faltas de educación y saber estar, ahora resulta que lo que todos imaginábamos de las fechorías de su mujer Begoña Gómez, iletrada intrusa ni más ni menos que en la Universidad, ordenando favores desde Moncloa en inversiones y destinos delictivos, se ha convertido en una meridianamente clara realidad. Y si a ello le sumamos la presuntamente mafiosa vida de un hermano que vive donde no vive, trabaja donde no trabaja, despacha sin despacho y sin hacer nada que se sepa, acumula cargos y sueldos que no se sabe tampoco de donde salen, pero sí se conoce adonde llegan que es su bolsillo y su patrimonio.

Como el partido de Sánchez que ya no es el PSOE y la banda de gente que controla el Congreso ha perdido la dignidad y la vergüenza, se esconden cobardemente tras el jefe bien agarrados a su escaño, su sueldo y su tarjeta de crédito, España se acerca al suicidio como país y al ridículo internacional, no hay más remedio que actuar contundente e inmediatamente. Y lo vamos a hacer las plataformas de la sociedad civil.

Invitando al lector a volver al comienzo de este artículo considero sin ningún género de dudas que los ciudadanos y la sociedad que reclama libertad debemos de nuevo tomar las riendas del país llenando las calles de las voces de nuestra masiva e ilimitada queja ante los desmanes que estamos padeciendo. Las plataformas de la sociedad civil entre las que se halla Foro España Cívica vamos a convocar a la ciudadanía el próximo mes de septiembre para que España y el mundo entero escuche el clamor de un pueblo humillado hasta el momento aún en su educada y pacífica condición, que aunque no desea despertar al monstruo sí va a marcar claramente el rumbo de lo que debe ser el destino de España y su prestigio internacional.

Y aunque no sea la primera vez que se lo digo a los lectores. ¿Se acuerdan de aquél………Permanezcan atentos a la pantalla……?

• Mariano Gomá es presidente de Foro España Cívica