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TribunaJosé Torné-Dombidau y Jiménez

Seguridad ciudadana: la zorra y la gallina

Esta es la pasta de la que está hecho este presidente nuestro que, para su tranquilidad, ya ha entrado en la Historia de España, en la Historia de la felonía contra España. Pactar con Bildu la regulación de la seguridad ciudadana me recuerda la fábula de Samaniego de la zorra y la gallina

Actualizada 01:30

En los últimos días hemos sabido de otra indignidad cometida por el desgobierno del socialista Pedro Sánchez contra el Estado democrático de derecho. Se trata de la increíble e infame concesión —una más— que nuestro ilustre gobernante ha regalado esta vez, taimadamente, a los sucesores de ETA representados por Bildu, formación política vasca hoy convertida, quién lo diría años atrás, en socio preferente, estable y fiel del actual presidente del Gobierno de España. Es el precio, uno más, que Sánchez paga por sentarse los martes a la cabeza de un mastodóntico e inútil Consejo de Ministros, ministras y ministres que, a juzgar por las vacías páginas del Boletín Oficial del Estado publicadas desde el 24 de julio de 2023, es un órgano colegiado que no tiene nada que tratar, deliberar y acordar. Preside, pero no gobierna. Están en nómina, y son una rémora para los españoles.

Con la exhumación y reubicación de los restos de Franco (2019) y la sedicente Ley de Memoria Democrática (2022), Sánchez contentó a los recalcitrantes del PSOE y también a la extrema izquierda de Podemos. Con el asalto al Código Penal de la Democracia de 1995, con la supresión del delito de sedición (2022), con los indultos a los contumaces condenados por el golpe de Estado del 2017 en Cataluña (2021), el regocijado líder socialista creyó ganarse el favor de los separatistas catalanes; con el escándalo mundial de la aprobación de una injusta e inconstitucional amnistía ¡redactada por los propios beneficiarios! (2024) ha dado por normalizada institucional, política y socialmente a Cataluña cuando, en verdad, lo único conseguido ha sido la impunidad para los secesionistas, en contra de la igualdad de todos los españoles. Son facturas indecentes, desleales con el Estado, que Sánchez paga alegre e irresponsablemente sin importarle las trascendentales consecuencias que todas estas cesiones tienen en el cuerpo de la democracia española, durísimamente conseguida en 1978. Es igual. Todo le vale con tal de estar al frente del Gobierno. Para él se trata simplemente de ahormar una mayoría parlamentaria de 176 diputados, aunque sea una mayoría hecha de retales y trozos de desleal chatarra política antiespañola.

Ahora Sánchez y sus ministriles han dado un reciente golpe —el último por el momento— contra el edificio del Estado de derecho y contra la ética pública, contra la moral política, al pactar, con Euskal Herria Bildu, nada menos que la salvaguarda y protección de la seguridad ciudadana en el Estado español, al encomendarle que presente una reforma «ad hoc» de la vigente Ley de Protección de la Seguridad ciudadana, de 2015, interesadamente descalificada por nuestra inefable izquierda con el corrosivo y mendaz sobrenombre de «Ley mordaza». Esa federación de partidos vascos de ideología nacionalista, independentista, situada entre la izquierda y la extrema izquierda, procedente del oscuro magma etarra, ese inframundo cruel y despiadado que sembró España de terror y muerte desde 1968, es ahora, ¡Dios santo!, la encargada de regular las competencias de las autoridades en materia de seguridad y orden público, de definir qué debe entenderse por protección de las libertades y los derechos fundamentales, qué conductas deben reputarse dentro de la Ley y cuáles fuera de ella, qué comportamiento debe considerarse jurídico y adecuado de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y qué conductas son contrarias al Estado de derecho, etc. Y todo ello sin que a estos gobernantes les tiemble el pulso ni se avergüencen al mirar a los ojos de los familiares de las víctimas de ETA. Ni siquiera han pensado en las víctimas de su propia militancia, en aquellas que una bala horadó el carnet del PSOE en los bolsillos del muerto. No cabe mayor repugnancia y justificación para el mayor de los repudios. Hasta ahí llega la ambición y esta es la pasta de la que está hecho este presidente nuestro que, para su tranquilidad, ya ha entrado en la Historia de España, en la Historia de la felonía contra España. Pactar con Bildu la regulación de la seguridad ciudadana me recuerda la fábula de Samaniego de la zorra y la gallina.

Es así como recobran toda su vigencia, sentido y valor aquellas premonitorias y contundentes palabras que una buena madre y una valiente mujer vasca, Pilar Ruiz Albisu, dirigió al líder del PSE-EE/PSOE, Patxi López (9 marzo 2008): «Ya no me quedan dudas de que cerrarás más veces los ojos y dirás y harás muchas más cosas que me helarán la sangre, llamando a las cosas por los nombres que no son. A tus pasos los llamarán valientes. ¡Qué solos se han quedado nuestros muertos!, Patxi. ¡Qué solos estamos los que no hemos cerrado los ojos!».

  • José Torné-Dombidau y Jiménez es presidente del Foro para la Concordia Civil
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