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08 de septiembre de 2024

La mochila

La mochila contiene todo lo necesario para celebrar misa en cualquier parte del mundoPaula Argüelles

La mochila que permite celebrar misa en cualquier lugar del mundo cuesta 600 euros

Cientos de misioneros recorren a pie, a caballo o en burro caminos recónditos para celebrar la misa. Y todo lo necesario lo llevan a sus espaldas

Por fuera es una mochila al uso: negra, de material resistente y con varios bolsillos. Pero, al abrirla, aparece una pequeña superficie rígida para usar de altar, un cáliz, una patena, dos vinajeras de cristal, una estola, un cíngulo, un alba hecha a medida y hasta dos velas. Es decir, todo lo necesario para celebrar la misa dignamente. El equipo se completa con un hisopo y un crismal.

Se trata de una iniciativa del CARF (Centro Académico Romano Fundación), una institución benéfica que beca a religiosos y sacerdotes del Tercer Mundo para que se formen en Navarra y Roma. Cuando terminan su período formativo, reciben de regalo la mochila que les permitirá celebrar la misa en cualquier lugar adonde les lleve la misión. «Un seminarista que se ordenó y volvió a Cartagena de Indias (Colombia), recibió el encargo de su obispo de atender una cárcel de mujeres. Nos escribió pasado un tiempo muy, muy agradecido, diciendo que, gracias a la mochila de la fundación, podía celebrar dignamente la eucaristía en la cárcel», explica Álvaro Garrido, director de Comunicación, Marketing y Fundraising de la Fundación CARF.

Todos los ornamentos y objetos litúrgicos están elaborados por Granda

Todos los ornamentos y objetos litúrgicos están elaborados por GrandaPaula Argüelles

La mochila y todo su contenido, que cuesta 600 euros, está elaborada por los Talleres de Arte Granda, un reconocido taller artesanal de objetos litúrgicos ubicado en Madrid. «Los seminaristas que vuelven a sus diócesis para ordenarse se llevan siempre una mochila de vasos sagrados para poder celebrar los sacramentos en la selva, en el desierto o donde les toque estar, de una manera digna», agrega Garrido. «En cada una de ellas va un alba que ha sido elaborada con las medidas del nuevo sacerdote por un grupo de voluntarias. Ellas se dedican, con una foto del seminarista, a coser y a rezar por ellos», subraya.

Detalle de algunos de los objetos que contiene la mochila

Detalle de algunos de los objetos que contiene la mochilaPaula Argüelles

Las mochilas para sacerdotes se pueden adquirir, además, en la página web de la fundación CARF. En ella, José Luis Solís, sacerdote de la diócesis mexicana de Celaya, rememora cuando «algunos párrocos me pedían que les ayudara a celebrar la eucaristía en lugares recónditos de sus parroquias». «Para acercarme a esos lugares, cuyo paisaje era bellísimo y donde se percibía un gran silencio, a veces era necesario montar a caballo o en burro o seguir caminando para llegar al sitio y poder celebrar la misa», prosigue. Una vez allí, el sacerdote abría su mochila, desplegaba su contenido y comenzaba la eucaristía, a la que acudían fieles de todos los pueblos del entorno. «Agradezco a la fundación y pido a Dios por los frutos de esta obra», concluye.

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