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Tony Gratacós

Tony Gratacós es licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra

«El mismo salto de fe que hizo un criminal como Dimas es al que estamos llamados los católicos»

Tony Gratacós presenta en su obra La canción de Dimas una interpretación de lo que pudo haber sido la vida del 'buen ladrón', el hombre que, al final de sus días, se encontró con Jesús de Nazaret

Dimas, el 'buen ladrón' del Evangelio, es uno de esos personajes que, a pesar de estar al margen de la historia central, reconoció la verdad de su vida unos minutos antes de morir. Sin heroísmos, su historia está marcada por las contradicciones de un hombre que con humildad se enfrentó a su propio destino y supo dar un salto de fe.

Esta es la visión que Tony Gratacós ofrece en su obra La canción de Dimas, un libro autopublicado en Amazon que rescata del olvido a este personaje para mostrarlo tal como pudo haber sido: real, humano, con sus sombras y sus luces y, sobre todo, conocido por su encuentro final y decisivo con Jesús de Nazaret.

Durante la presentación del libro en Roma, Gratacós fue claro sobre su enfoque: «No se trata de predicar». «Lo importante es hacer las cosas de forma normal, sin caer en extremos ni en sermones», asegura. Es por ello que con La canción de Dimas, el autor busca ofrecer una historia que, más allá de sus elementos espirituales, sea una novela para «disfrutar, reír, llorar y emocionarse».

«Pido lo que pidió el ladrón arrepentido»

Dimas, conocido como el 'buen ladrón', es uno de los personajes más enigmáticos y menos explorados del Evangelio. Aparece brevemente en el relato de la crucifixión, cuando, colgado junto a Jesús, se dirige a Él con una súplica que cambiaría su destino eterno: «Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino». En ese momento, ese criminal pasará a ser la primera y única persona canonizada de la historia por boca del mismo Jesucristo, cuando este le responde: «Te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso».

Portada del libro 'La canción de Dimas' de Tony Gratacós

Portada del libro 'La canción de Dimas' de Tony Gratacós

Gratacós, al reflexionar sobre este encuentro, explica que la dedicatoria del libro es una frase de la oración Adoro te devote de santo Tomás de Aquino: «Pido lo que pidió el ladrón arrepentido». Esta frase aparece al principio de la obra porque, según el autor, todos los cristianos estamos llamados a hacer el mismo salto de fe que hizo Dimas en la cruz.

«Un criminal como él, reconoció en un crucificado, colgado a su lado, al Hijo de Dios. ¿Cómo pudo reconocerlo en un hombre tan destrozado o más que él?», se pregunta Gratacós. Y añade que «ese mismo salto de fe es el que todos los cristianos estamos llamados a dar los católicos ante el pedazo de pan que recibimos en la Eucaristía: reconocer a Cristo».

Cuando Dimas «llamó a la puerta» de Tony

A lo largo del libro, Gratacós no solo profundiza en la historia de Dimas, sino que también reflexiona sobre los contextos históricos en los que este personaje se ve envuelto. En los tiempos de Jesús, las expectativas sobre el Mesías eran diversas: «Dos ideas sobre el Mesías estaban enfrentadas: la del Mesías como libertador espiritual versus la del Mesías como libertador de la opresión que sufrían los judíos a manos de los romanos. Dimas se va a ver obligado a moverse entre esos dos contextos y tendrá que elegir». Esta dualidad es clave para entender la lucha interna del personaje y su decisión final de reconocer a Cristo.

El autor explica que la elección de Dimas como protagonista no fue casual. «No sé por qué elegí a Dimas», confesó. «Pero siento que fue como si él llamara a mi puerta». La historia de Dimas, a diferencia de otros personajes más conocidos del Evangelio, le ofreció un campo fértil para la exploración literaria y la interpretación.

«En mis libros anteriores, como los de personajes como Magallanes y Elcano, siempre los he tratado a través de personajes secundarios», comentó el autor. «Si quería adentrarme en una historia para la Semana Santa, no iba a hacerlo con personajes como san Juan, María o Pedro. Elegí a Dimas porque nadie sabe nada de él, lo que me permitió tener libertad para interpretar su historia».

«Si llego al Cielo, espero conocer a Dimas»

De hecho, Gratacós señala que, por ejemplo, «el padre de Dimas podría haber sido uno de los pastores a quienes se les anunció el nacimiento en Belén. Es una novedad que no se puede comprobar». Es precisamente por esa libre interpretación al escribir sobre su historia que, en tono de broma, Tony añade: «Si algún día subo al cielo, me gustaría encontrarme con Dimas. Quizás me dará un abrazo... o una bofetada, no sé».

Además, Gratacós aporta un giro personal cuando menciona que, al escribir sobre Dimas, ha sentido una inspiración que va más allá de lo terrenal: «He llegado a pensar que he estado inspirado por el Espíritu Santo... pero fuera bromas», aclara entre risas. «Yo creo que todo lo que hacemos tiene algo de ese aliento divino».

En este sentido, la novela se convierte en un ejercicio literario que respeta los elementos espirituales sin caer en la predicación o la «beatería». Gratacós no busca imponer una moral, sino simplemente invitar a reflexionar sobre las segundas oportunidades y el cambio.

La historia del 'buen ladrón' se convierte en una metáfora de la posibilidad de redención que todos tenemos: «La vida de una persona puede ser vista de distintas maneras según la época en que le hagas la fotografía. No es lo mismo el Dimas del principio, del medio y del final. Todos tenemos la oportunidad de cambiar–asegura– hasta el último momento».

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