El frío no es el culpable de la mayor aparición de resfriados en invierno
Las bajas temperaturas ayudan a que los virus se reproduzcan con mayor facilidad
Inevitablemente, acompañada de la temporada invernal, llegan los estornudos. Y es que, con el frío, aumentan las infecciones respiratorias de las que pocos se libran.
Existen medidas efectivas como la ventilación, evitar espacios cerrados en largos períodos de tiempo o lavarse las manos habitualmente. Si se manifiestan los síntomas, las mascarillas reducen el riesgo de contagio. La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), recuerdan estar al tanto del calendario de vacunas, poniendo especial atención en el de la gripe.
Sin embargo, la causa de las enfermedades provocadas por virus respiratorios no radica en el frío. Es la existencia del propio virus sin el que no existen gripes o resfriados. Lo que sí es cierto es que estos se reproducen con mayor facilidad a temperaturas más bajas.
El frío debilita el sistema inmunológico
En el blog del grupo Quirón se explica que el frío hace que la mucosa de la nariz se seque, reduciendo su capacidad protectora. Una pediatra explica que «las bajas temperaturas hacen que los cilios, esos pelillos que tenemos en nariz y en vías respiratorias y que sirven de filtro, funcionen de una forma más perezosa por lo que es más probable que algún virus se les escape y termine en un resfriado común».
Además, desde QuirónSalud añaden que el descenso del calor en el cuerpo «afecta de forma negativa al funcionamiento del sistema inmunológico». «Los virus tienen una cubierta lipídica que con el frío se hace más resistente», añade Rodrigo Santos Santamarta, miembro del SEMG.
A esto hay que sumar el mayor tiempo en sitios cerrados y poca ventilación, además de una mayor compañía, que facilita la transmisión de microorganismos por vía aérea.