Cáncer de riñón: ¿cómo reconocer los síntomas? ¿Cuáles son los factores de riesgo?
Con los nuevos métodos, hasta un 40 % de los pacientes se diagnostican de manera casual
Los riñones son dos órganos, del tamaño de un puño y con forma de judía, situados en la parte posterior del abdomen a cada lado de la columna vertebral, que se encargan de filtrar sustancias tóxicas de la sangre y eliminarlas por la orina. En estos órganos pueden aparecer tumores en el mismo tejido o bien en las vías urinarias. Según explican médicos del Clinic de Barcelona el cáncer renal se puede clasificar en distintos tipos según las características de las células tumorales el más frecuente es el llamado «de célula clara» y representa alrededor del 75 % de los casos, seguido del tipo papilar en un 15 % y del cromófobo alrededor de un 5 %. Existen otros subtipos celulares, pero en un porcentaje mucho menor.
Síntomas
El carcinoma de células renales se asocia con una gran variedad de signos y síntomas, lo cual hace más difícil el diagnóstico. Con los nuevos métodos diagnósticos, hasta un 40 % de los pacientes se diagnostican de manera casual de un tumor renal cuando se realizan una ecografía o un TAC por otras razones.
Expertos de la Sociedad Española de Oncología Médica afirman que «muchos pacientes no experimentan síntoma alguno hasta que la enfermedad se ha extendido a otros órganos».
Los síntomas más habituales del cáncer de riñón son:
- Dolor lumbar.
- Masa en la zona abdominal que se extiende sobre la cadera y debajo del tórax.
- Hematuria (sangre en la orina).
- Anemia (descenso en cifras de hemoglobina), fiebre y pérdida de peso son relativamente frecuentes en este tipo de tumores.
Factores de riesgo
Entre los factores de riesgo de desarrollar cáncer renal, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) explica que no se han determinado las causas exactas de esta enfermedad y raras veces son hereditarios (5 % de los casos). Sin embargo, fumar dobla el riesgo de desarrollar esta enfermedad, la exposición a ciertos productos químicos –cadmio, asbestos, petróleo–; la obesidad, la enfermedad quística renal adquirida en pacientes sometidos a diálisis crónica (30 % de estos pacientes desarrollarán un cáncer renal) y el uso indiscriminado de analgésicos como aspirina y fenacetina, en este caso más implicados en el desarrollo de cáncer de vías urinarias, se asocian con un incremento en la incidencia de esta enfermedad.
Métodos diagnósticos
Los urólogos serán los encargados de hacer una exploración física y recoger los antecedentes de enfermedades y tratamientos recibidos por el paciente. Además, pedirá una serie de pruebas que van desde analítica de sangre y de orina; ecografía abdominal; TAC (Tomografía Axial Computerizada) con contraste; RNM (Resonancia Nuclear Magnética) en el caso de que exista sospecha de infiltración de la vena cava inferior.
Además, puede solicitar una pielografía intravenosa (PIV) para determinar si el cáncer se encuentra en riñones, uréteres o vejiga. Así como una biopsia para examinar células o tejidos para determinar la presencia o no de células tumorales.
Por último, un PET-TAC que permite al radiólogo localizar con mayor precisión anatómica las áreas de mayor captación, aunque no se trata de una técnica estándar y solo debe usarse en casos seleccionados.