Los beneficios del pescado azul

Los beneficios del pescado azulGTRES

El consumo de pescado podría retrasar la esclerosis múltiple, según un estudio

La taurina del pescado podría desempeñar un papel importante en la enfermedad

El pescado es uno de los alimentos clave en la dieta mediterránea con grandes beneficios para la salud. Aporta abundantes nutrientes, vitaminas y minerales además de ser una importante fuente de Omega-3 y de ácidos grasos lo que beneficia la salud cardiovascular reduciendo el riesgo de infarto o un ictus.

Los médicos y nutricionistas recomiendan, como norma general, comer al menos tres o cuatro raciones (de entre 125 y 150 gramo cada una) a la semana. La cantidad, sin embargo, varía según la edad y la persona. Ahora, un nuevo estudio comparativo poblacional, publicado en el Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry, asegura que una ingesta elevada de pescado blanco y azul puede retardar la progresión de la discapacidad en personas con esclerosis múltiple (EM).

Los investigadores afirman que la clave está en las propiedades antiinflamatorias y neuroprotectoras de los nutrientes encontrados en el pescado. De esta forma, la dieta puede tener un papel en el desarrollo de enfermedades inflamatorias, incluida la EM, explican los investigadores.

El estudio se llevó a cabo en 2.719 participantes recién diagnosticados (edad promedio 38) en el estudio de Investigación Epidemiológica de Esclerosis Múltiple (EIMS), un estudio de casos y controles basado en la población sueca a nivel nacional, todos los cuales fueron reclutados entre abril de 2005 y junio de 2015.

Al ingresar al EIMS, todos los participantes proporcionaron información sobre exposiciones ambientales y hábitos de estilo de vida, incluido su consumo de pescado magro y graso, que se categorizó como: nunca o rara vez; 1 a 3 veces al mes; y semanalmente, y se puntuó de 2 a 6, dependiendo de si comían pescado blanco (magro) o azul (graso), o ambos.

Fuentes del estudio informan en un comunicado que la progresión de la enfermedad, medida mediante la Escala Ampliada del Estado de Discapacidad (EDSS), se siguió durante hasta 15 años a través del Registro Sueco de EM.

El mayor consumo de pescado en el momento del diagnóstico se asoció con un riesgo 44 % menor de empeoramiento de la discapacidad confirmada, así como con un riesgo 45 % menor de progresar a EDSS 3 y un riesgo 43 % menor de progresar a EDSS 4, en comparación con los que no comían nada o comían muy poco.

Cuanto más pescado magro y aceitoso se consumía, menor era el riesgo de empeoramiento de la discapacidad

En 2021, 1719 participantes completaron un cuestionario de seguimiento en línea que evaluaba los cambios en la ingesta de pescado a lo largo del tiempo. Unos 412 (24 %) habían modificado su consumo de pescado: 288 lo habían aumentado y 124 lo habían disminuido.

Aquellos que aumentaron su puntuación de 2-3 a una puntuación de 5-6 dentro de los 5 años posteriores al diagnóstico (133) tuvieron un riesgo 20% menor de empeoramiento de la discapacidad confirmada, en comparación con aquellos que continuaron comiendo poco o nada de pescado (400).

Sólo 16 participantes aumentaron su consumo de pescado desde una puntuación inicial de 2 a una puntuación de 5-6, pero tuvieron un riesgo 59 % menor de empeoramiento de la discapacidad confirmada, en comparación con los que permanecieron en el nivel más bajo de consumo (101).

Los resultados se mantuvieron incluso cuando se tuvieron en cuenta factores potencialmente influyentes como la actividad física, el peso (IMC), el tabaquismo, el consumo de alcohol y la exposición al sol. También se mantuvieron similares cuando se realizó un ajuste adicional para el nivel de vitamina D.

Pero sugieren: «Si bien los ácidos grasos omega-3, que se encuentran predominantemente en el pescado azul, pueden contribuir a reducir la progresión de la discapacidad, los efectos beneficiosos observados en el consumo de pescado magro sugieren que otros factores también pueden desempeñar un papel importante. Uno de esos factores es la taurina, un aminoácido que se encuentra en cantidades significativas en el pescado y los mariscos».

El poder de la taurina

La taurina es el aminoácido libre más abundante en el cerebro y, aunque existen mecanismos endógenos para su producción, es necesario un aporte exógeno para cubrir las necesidades fisiológicas. Los investigadores añaden: «La taurina tiene diversas funciones celulares, incluidas acciones citoprotectoras a través de efectos antioxidantes y antiinflamatorios, lo que la convierte en un agente terapéutico potencial para los trastornos neurológicos».

Y concluyen: «Los resultados subrayan el papel potencial de la dieta, en particular el consumo de pescado, como un factor modificable que podría complementar las estrategias terapéuticas existentes para la EM».

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