
El profesor Fraser es un investigador australiano de 41 años
Un investigador revela los dos «fallos de memoria» que le alertaron de un principio de Alzheimer
La historia de un hombre australiano de 41 años diagnosticado con demencia temprana
No recordar el nombre de un antiguo compañero o no saber donde has puesto las llaves del coche son pequeñas pérdidas de memoria que, según los neurólogos, entran dentro de lo normal. Sin embargo, existen otras que pueden pasar desapercibidas y que sí deben alertar de algo más grave. Esto es lo que le pasó a un profesor e investigador en Australia que, con solo 41 años, identificó algunos síntomas que resultaron ser una demencia temprana.
El profesor Fraser contó, en un video publicado en YouTube, que sus primeros síntomas, aunque sutiles, comenzaron a finales de los 30 años, casi tres décadas antes de la edad promedio en que suele manifestarse esta enfermedad neurodegenerativa. Compartió dos episodios clave de «fallos de memoria» que, con el tiempo, se revelaron como señales evidentes de un problema en su cerebro.
Primer fallo de memoria
Fraser relata en el vídeo: «Es curioso porque no recuerdo exactamente cuáles fueron mis primeros síntomas. Lo único que tengo presente es haber tenido algunos grandes fallos de memoria. Por ejemplo, recuerdo estar viendo una película cuando mi pareja me dijo: 'Sí, la vimos hace como un mes'» y añade: «Aun así, la vi completa y el final me tomó totalmente por sorpresa. No tenía ningún recuerdo de haberla visto antes, y en aquel entonces ni siquiera veía muchas películas. Fue algo bastante preocupante».
El investigadores relata en el vídeo que después del incidente de la película siguió con su vida normal, sin embargo, –relata– comenzó a experimentar dificultades cognitivas en general, aunque no hasta poco antes del diagnóstico cuando realmente me percaté de ello: «No fue sino hasta unos meses antes del diagnóstico que noté problemas para pensar con claridad y profundidad. Me di cuenta de que mi pensamiento se había vuelto más superficial, menos profundo».Segundo gran olvido
La preocupación se volvió aún más intensa cuando su hija le mencionó que iría al cine, pero él lo olvidó por completo. Al no poder comunicarse con ella por teléfono, entró en pánico.
«Recuerdo que, al principio, mi hija me dijo varias veces durante el día que iría al cine esa noche con una amiga y que volvería tarde. Pero cuando llegó la noche, me llené de pánico pensando: '¿Dónde está mi hija?'. Estaba completamente angustiado», relató.
Cogió el coche tratando de contactar a sus amigos para saber si estaban con ella o si alguien tenía noticias. La preocupación creció tanto que estuvo a punto de llamar a la policía. Intentó comunicarse con ella de todas las formas posibles: llamadas, mensajes, pero no obtenía respuesta. Finalmente, su hija lo llamó y le dijo: «Oye, papá, acabo de salir del cine. ¿Te acuerdas de que te lo dije?».
Poco después, Fraser decidió buscar ayuda. Finalmente, recibió un diagnóstico que cambiaría su vida por completo: A los 41 años tenía Alzheimer de aparición temprana.