
El patrullero HMS Dagger participará en las maniobras militares en Gibraltar que han provocado la protesta española
Armada española
La Royal Navy invade por segunda vez en un mes aguas españolas con maniobras militares
El Ministerio de Asuntos Exteriores protesta de nuevo ante el desafío de Reino Unido
Nueva provocación de la Royal Navy en Gibraltar con maniobras en aguas de soberanía española
«Box Surfex». Bajo este nombre, la Royal Navy desplegará mañana miércoles unas nuevas maniobras militares en la cara este de Gibraltar, que incluirán ejercicios de navegación, vigilancia y de respuesta rápida de las embarcaciones. Se trata de las segundas maniobras de la Royal Navy en aguas de soberanía española en un mes. Ya entonces el Gobierno español manifestó su rechazo a este tipo de despliegues, que considera una vulneración de su soberanía. En esta ocasión, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha vuelto a efectuar una protesta formal.
La operación se desarrollará entre las 9.00 y las 11.00 horas e incluirá la participación del patrullero HMS Dagger, una embarcación de la Gibraltar Defence Police (GDP) y dos lanchas rápidas: una Arctic 24 y una Pacific 24 RHIB, según ha comunicado la Autoridad Portuaria de Gibraltar. La Marina Real británica ha aclarado que sus unidades mantendrán una distancia segura respecto a otras embarcaciones en la zona.
La realización de este tipo de maniobras militares por parte de la Royal Navy en las aguas en litigio que rodean al Peñón de Gibraltar son motivo de continuas diferencias diplomáticas entre España y Reino Unido. De hecho, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España ha presentado una nueva protesta formal ante el Reino Unido en respuesta a las maniobras militares programadas por la Marina británica en Gibraltar.

El Escuadrón de Gibraltar de la Royal Navy coordina maniobras militares en aguas de soberanía española
El último episodio de este tipo ocurrió el pasado 7 de marzo, cuando el Ministerio dirigido por José Manuel Albares expresó su rechazo a unas maniobras previas realizadas en aguas que España considera propias. En esa ocasión, el Gobierno español instó a Londres a adoptar medidas para evitar la repetición de estos ejercicios militares.
La disputa sobre Gibraltar tiene raíces históricas que se remontan al Tratado de Utrecht de 1713, por el cual España cedió a Gran Bretaña únicamente «la ciudad y el castillo de Gibraltar junto con su puerto, defensas y fortalezas que le pertenecen». Sin embargo, España nunca ha reconocido la soberanía británica sobre el istmo, las aguas adyacentes ni el espacio aéreo suprayacente. Según la posición oficial española, reflejada en la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores, estos territorios no fueron cedidos en el tratado y, por lo tanto, siguen bajo soberanía española.
A lo largo de los años, las tensiones entre España y el Reino Unido en torno a Gibraltar han sido recurrentes, con episodios de enfrentamientos diplomáticos y medidas de presión. Entre las acciones más destacadas, España ha impuesto controles fronterizos más estrictos, ha protestado por incursiones de barcos británicos en aguas que considera propias y ha denunciado la construcción de infraestructuras en el istmo, que considera una ocupación ilegal.
Además, el Brexit ha añadido un nuevo nivel de complejidad a la cuestión de Gibraltar. Tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea, España ha abogado por una mayor supervisión sobre el Peñón, buscando acuerdos que permitan una gestión compartida del aeropuerto y una mayor integración del territorio con su entorno español. Sin embargo, las negociaciones son difíciles, y las maniobras militares británicas siguen siendo un punto de fricción entre ambos países.