El nuevo coche patrulla de la Guardia Civil: 1.000 caballos y casi 4 millones de euros

El parque móvil de la Guardia Civil está formado por centenares de coches de muy diverso tipo en función del uso al que son destinados; desde el Toyota Land Cruiser en Cádiz para patrullar las inmensas playas gaditanas hasta funcionales Seat Ateca en los entornos rurales para vigilar en las carreteras convencionales a bajo consumo.

Hace ya tiempo que los tribunales permiten que los vehículos incautados a los malhechores puedan destinarse al uso de las fuerzas de seguridad. En ocasiones hablamos de vehículos muy potentes y rápidos que les permiten perseguir a los malos si también conducen vehículos de altas prestaciones.

A imagen de otras policías

En este caso parece que la Guardia Civil habría seguido el camino de la Policía de otros países del mundo como Dubai o Italia, donde es frecuente verlos a bordo de vehículos tan exclusivos como Lamborghini o Porsche.

En este caso hablamos de una pieza aún más exclusiva: se trata de un Ferrari LaFerrari, un vehículo fabricado en torno a 2015 y del que tan sólo se hicieron 499 unidades que fueron vendidas exclusivamente a los mejores clientes de la firma.

Evitar los reventas

La firma del Cavallino tiene mucho cuidado con la venta de este tipo de modelos tan exclusivos para evitar los compradores que quieren hacer negocio a costa de la marca revendiendo sus coches por más dinero en poco tiempo.

Tiene un motor V12 de 920 caballos, alcanza los 350 kilómetros/hora y acelera de 0 a 100 kilómetros/hora en 2,9 segundos. Es prácticamente un fórmula uno de calle que en su día costaba 1,3 millones de euros pero que hoy ronda los 4 millones.

Dado que la publicación es del 28 de diciembre, todo parece indicar que se trata de una inocentada que el cuerpo ha querido gastar a sus seguidores en redes sociales, pero en cualquier caso... qué bien le sienta la decoración de la Benemérita a esta máquina italiana.