Joe Biden ha pisado el acelerador los últimos días de su mandato
Mercado
No es proteccionismo: la verdadera razón por la que Estados Unidos ha prohibido la venta de coches chinos
Se trata de una medida inédita en el mundo que puede afectar a algunas otras marcas norteamericanas y europeas, además de a las fabricadas en China
Joe Biden se ha atrevido a abrir la caja de los truenos durante sus últimos días en la Casa Blanca. Hace solo unas horas que el Congreso de Estados Unidos aprobaba una medida que prohíbe por completo la importación y venta de coches conectados fabricados en China, o lo que es lo mismo: todos.
Se trata de una medida que entra en vigor en 2027, pero que va mucho más allá de lo que parece. Se trata de un veto completo a la industria china que puede que en breve afecte también a la importación de drones.
Coches y... drones
A falta de conocer los detalles, la prohibición afectará también a los coches que aunque no estén fabricados en China tengan software (programas y aplicaciones de funcionamiento) chinos.
Los coches chinos son vistos como espías en los Estados Unidos
En paralelo, se prohíbe también cualquier tipo de conducción autónoma a los vehículos de origen chino que hay en los Estados Unidos.
Adiós a la conducción autónoma
Tal y como explica el Gobierno norteamericano los coches de hoy en día son verdaderos espías con ruedas. Ordenadores muy potentes con decenas de radares y cámaras muy sofisticadas que pueden enviar cualquier tipo de información sensible a China.
En paralelo Estados Unidos confirma que no puede dejar algo tan sensible como la movilidad en manos de un país extranjero, por ejemplo en caso de tensiones o un conflicto bélico China podría bloquear millones de coches a distancia, lo que supondría poner una infraestructura básica en manos del enemigo.
Los intereses de Tesla en China se van a ver muy perjudicados
El mercado norteamericano no es un terreno muy propicio para los fabricantes chinos, pues tan solo se venden cinco modelos y unos 110.000 coches al año dentro de una tarta de 16 millones de coches.
Pero a día de hoy hay muchos fabricantes norteamericanos con intereses en los China, el principal es Tesla, que además de tener una gran fábrica en China produce el coche eléctrico más vendido del país asiático: el Model Y.
Terremoto industrial
A falta de conocer las limitaciones concretas y detalles de esta medida, puede que estemos ante un verdadero terremoto industrial, pues a día de hoy hay marcas europeas que venden y fabrican en los Estados Unidos como Mercedes o Volvo que están participadas por multinacionales chinas del automóvil y en muchos casos incluyen tecnología y software chinos en su funcionamiento. ¿Se atreverá el Gobierno de Trump a prohibir su venta?
¿Qué pasara con marcas como Mercedes con participación china en el accionariado?
Podemos estar ante un reposicionamiento completo de Occidente frente al automóvil chino, una medida que toman justo cuando las ventas de las marcas tradicionales norteamericanas de vehículos de combustible en Estados Unidos se desplomaron más de un 20 % el año pasado y se dispararon las de vehículos híbridos importados.
Cero coches chinos
La prohibición entrará en vigor en 2027, si bien un segundo paso en 2030 prohibirá la comercialización de cualquier vehículo que utilice componentes chinos, algo con mucha más trascendencia de lo que parece si tenemos en cuenta que a día de hoy China controla más del 80 % de la producción de baterías para coches eléctricos en el mundo. Una tecnología que también podría prohibirse.
Esta medida ha sido apoyada por la mayor parte de las marcas que operan en los Estados Unidos, incluidas las asiáticas no chinas.
