El agente de la Guardia Civil durante la entrevista

El agente de la Guardia Civil durante la entrevista

Práctico

Un Guardia Civil pone sobre la mesa lo absurdo de una multa habitual: «Nosotros sabemos que es incongruente»

La DGT puso 5,2 millones de multas durante el año pasado, con una recaudación superior a los 500 millones de euros

Junto a los excesos de velocidad, el uso del teléfono móvil al volante fue una de las grandes estrellas de las más de cinco millones de multas que puso la Dirección General de Tráfico durante el año pasado.

La verdad es que el hecho de que el uso del móvil resta atención durante la conducción no es discutible, aunque sí lo es que, de acuerdo con el Reglamento General de Circulación, la multa por tener el móvil en la mano es de 200 euros y seis puntos, mientras que la sanción por manipularlo en un soporte es de 200 euros y sólo tres puntos.

Más discutible aún

Se trata de una decisión con la que en su momento se intentó que los conductores dejaran de usar los programas de mensajería al volante, hay que recordar que era relativamente frecuente ver conductores escribiendo mensajes de texto mientras conducían.

En aquel momento se quiso evitar que los conductores mandaran mensajes

En aquel momento se quiso evitar que los conductores leyeran y mandaran mensajes

Tal y como explica este agente de la Guardia Civil de Tráfico durante una entrevista, lo que tampoco es razonable es que se esté sancionando a los conductores por hacer uso del móvil al volante o simplemente manipular la pantalla en el soporte, pero no se les sancione igualmente por manipular la radio o las pantallas táctiles del salpicadero.

Es incongruente

Tal y como explica: «Es incongruente, los coches nuevos tienen unas pantallas táctiles enormes que también despistan al volante, aunque es cierto que nuestra experiencia nos dice que el móvil es lo que más despista».

El manejo de las pantallas debería sancionarse de acuerdo con este agente

El manejo de las pantallas debería sancionarse de acuerdo con este agente

Pese a que el Reglamento General de Circulación regula que es posible sancionar a un conductor si mientras está al volante realiza cualquier otra acción que reste atención, la realidad es que no es habitual que se aplique esta norma por acciones tan habituales como manejar la radio, la climatización o incluso encenderse un cigarro.

Afortunadamente cada vez son más los coches en los que, cuando estamos al volante, no puede manipularse la pantalla multimedia, pues se bloquea hasta que estemos parados.

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