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en primera líneaGonzalo Cabello de los Cobos Narváez

PP, Vox y el necesario nuevo partido

Las chorradas y los argumentarios baratos de partido ya no nos sirven. No ahora. Así que, por favor, señores Feijóo y Abascal, pónganse a hablar y a negociar y preséntense a las siguientes elecciones con un plan para ganar

Actualizada 01:30

Me imagino que durante estos días muchos de ustedes se han quedado embelesados viendo la toma de posesión del nuevo presidente de Argentina, Javier Milei, y que, soñando despiertos, han llegado a acariciar la peregrina idea de que una situación similar pueda replicarse en España. Pero, de repente, tras esa corta y feliz epifanía, han caído en la cuenta de que algo así jamás podría suceder en nuestro país y entonces, cabizbajos, han continuado con sus vidas pensando en que si lo que sucedió ayer asusta, lo que pueda suceder mañana, aterra.

Ha llegado la hora de asumir que, a no ser que algo o alguien lo impida, Pedro Sánchez aguantará en el Gobierno todas las legislaturas que Pedro Sánchez quiera. Y eso, es cierto, da mucho miedo. Mientras que el presidente del Gobierno cumpla sus pactos con los enemigos de España, y por ahora hemos visto que es muy buen pagador, objetivamente no tiene nada por lo que preocuparse. En la actualidad, no existe ningún rival político conocido que pueda hacerle frente.

Por tanto, ante esta circunstancia objetiva y demostrada, la pregunta que cabe hacerse es muy sencilla y a la vez muy complicada: ¿qué puede hacer la derecha para combatirlo? A mí se me ocurre una solución que podría funcionar para, por lo menos, ponerle las cosas un poco más difíciles: unirse.

¿Han pensado qué habría pasado en las elecciones generales si el 23 de julio la derecha se hubiese presentado unida en una sola lista electoral?

Creerán que es una locura lo que planteo y puede que tengan razón. Lo cierto es que existen tantos egos inflados, tantas nóminas dependientes y tantos rencores enquistados que sería francamente complicado, pero insisto ¿y si de verdad lo hicieran?

Sinceramente creo que no sería descabellado pensar que el Partido Popular y Vox pudiesen presentarse juntos a unas elecciones. Sobre todo, si la urgencia, como creo que es el caso, es máxima. Si unos y otros, sobre todo el Partido Popular, dejaran de hacer caso a lo que deliberadamente opina la izquierda y sus medios de comunicación sobre ellos, el experimento podría funcionar. ¿O acaso vamos a negar que la gran mayoría de votantes de Vox, por ejemplo, eran votantes del Partido Popular hasta hace pocos años? Por mucho que los dirigentes de los dos partidos se empeñen en lo contrario, son muchas más las cosas que los unen que las que los separan. Yo, por ejemplo, tengo amigos de uno y otro partido y estoy convencido de que si la situación así lo requiriese podría convencerlos para que se uniesen por un bien mayor. No me cabe la menor duda.

Ilustracion pedro sanchez infinito

Lu Tolstova

Sé que suena un poco utópico, pero dadas las circunstancias creo que es nuestro deber ponernos un poco imaginativos, ¿no les parece? Ante el peligro inminente que nos acecha, toda la derecha debería concentrarse en el único objetivo que realmente importa: echar a Pedro Sánchez.

Si a los dos partidos, como tanto pregonan, de verdad les preocupa España y ambos saben que uniéndose tendrían muchas más probabilidades de ganar, ¿por qué no lo hacen? ¿Por qué no crean un partido político nuevo que aglutine todo ese voto patriótico contra Sánchez?

Lo estamos viendo todos los días en la calle Ferraz. Las personas que llevan un mes manifestándose a las puertas de la sede del PSOE en Madrid no son extraterrestres; son votantes del PP y de Vox preocupados por España. Y si los ciudadanos pueden marchar juntos para defender una idea común, ¿por qué no pueden hacer lo mismo nuestros líderes políticos?

Un político debe distinguirse por muchas cosas, pero sobre todo por su generosidad y altura de miras. No hace mucho demandábamos coherencia y sentido común a los diputados socialistas durante la sesión de investidura y nos preguntábamos escandalizados cómo era posible que ni uno solo de ellos pudiera abandonar la disciplina de partido para votar en contra de esta locura. Pero muy pronto nos dimos cuenta de que, en realidad, todos eran uno, todos eran Pedro Sánchez.

Si los dirigentes del PP y Vox no quieren pecar de lo mismo que critican, deben saber que los ciudadanos ya no les demandamos, les exigimos que encuentren una solución urgente a este gran problema llamado Pedro Sánchez. Tienen que hablar durante mucho tiempo entre ellos hasta alcanzar una solución. El diálogo debe ser constante y público. Sin esconderse. Deben superar de una vez esos miedos absurdos inoculados artificialmente por la izquierda y unir sus fuerzas.

Y si para alcanzar el sagrado objetivo de devolver a Pedro Sánchez a las canchas de baloncesto tienen que echar a medio partido político a la calle, que lo hagan; y si haciéndolo quedan mal con sus amigos y sus cuñados, que lo hagan; y si para ello, además, tienen que romper promesas clientelares de futuro, que lo hagan también. El fin es uno y es muy claro y ninguno de ellos debe perderlo de vista. Los ciudadanos ya nos sabemos las reglas del juego y no aceptamos más majaderías del tipo «verano azul».

En esta partida se está dirimiendo el futuro de España y, por ahora, Pedro Sánchez está arrasando. Las chorradas y los argumentarios baratos de partido ya no nos sirven. No ahora. Así que, por favor, señores Feijóo y Abascal, pónganse a hablar y a negociar y preséntense a las siguientes elecciones con un plan para ganar, no para sobrevivir cada uno en su respectiva torre de marfil. Y, de paso, hagan caso al viejo Churchill y grábense a fuego una de sus célebres citas: «Más vale ser útil y provechoso que ser importante». Si creen que no sirven para esta batalla, simplemente váyanse.

  • Gonzalo Cabello de los Cobos es periodista
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