Cómo preparar las patatas para que no engorden y conserven todos sus beneficios
Un estudio sugiere que las patatas son un posible superalimento para quienes padecen diabetes tipo 2
La fama de las patatas de provocar aumento de peso las suele colocar en los primeros puestos de la lista de alimentos a evitar, sin embargo diferentes estudios a lo largo de los años han venido a desmentir esta creencia siempre y cuando se elija el método de preparación correcto.
Si en noviembre de 2022 un estudio del Centro de Investigación Biomédica de Pennington, publicado en el Journal of Medicinal Food, afirma que las patatas están repletas de nutrientes clave y rebosan de beneficios para la salud, una nueva investigación de Neda Akhavan, profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud Integradas de la Universidad de Nevada, Las Vegas (UNLV) sugiere que las patatas son un posible superalimento para las personas con diabetes tipo 2.
Las patatas son la fuente más rica de potasio en la dieta occidental, y se ha demostrado que las dietas ricas en potasio previenen la hipertensión arterial y el desarrollo de diabetes tipo 2. Además, la piel de las patatas contiene un tipo de fibra llamada «almidón resistente», que ha demostrado mejorar el control de la glucosa, los perfiles lipídicos y la saciedad. Debido a estos beneficios adicionales para la salud, Akhavan recomienda comer patatas con piel. La investigadora afirma: «La mayoría de la gente asocia la patata con algo que se fríe principalmente o que tiene mucha grasa, y queríamos arrojar luz sobre cómo una patata, cuando se prepara adecuadamente, puede ser funcional y saludable».
Cómo preparar las patatas
Akhavan dice que, al igual que con todos los alimentos, la moderación y los métodos de preparación son la clave: «Las patatas son un alimento muy versátil y se pueden comer en casi todos los tipos de cocina, pero hay que asegurarse de incorporarlas a una dieta equilibrada. Si no tienes mucho tiempo, puedes preparar una gran cantidad de patatas al horno y guardarlas para que duren un tiempo» y añade: «No estoy en contra de hervir las patatas, pero hay que conservar la mayor cantidad posible de potasio de la piel, y se pierde algo de este cuando se hierven».
Para aumentar el componente de fibra dietética de las patatas, Candida Rebello, profesora de Pennington Biomedical, aconseja hervir con la piel intacta y luego refrigerar entre 12 y 24 horas.
Así se hizo el estudio
Al grupo de control se le dio una ración similar de arroz blanco con la misma cantidad de calorías y carbohidratos.
El estudio se realizó diariamente durante 12 semanas, que se considera el tiempo mínimo necesario para ver cambios en los índices de control glucémico y salud cardiometabólica.
A los participantes del estudio se les permitió agregar hierbas o especias a las papas, o hasta ½ cucharada de mantequilla, pero se les aconsejó no freír las papas.
Se observó una modesta disminución de los niveles de glucosa en sangre en ayunas en los participantes del estudio que comieron patatas. Los participantes del estudio también mostraron mejoras en la composición corporal, la circunferencia de la cintura y una disminución de la frecuencia cardíaca en reposo.
«Los resultados de nuestro estudio demuestran que las patatas blancas pueden incorporarse de forma saludable a la dieta de las personas con diabetes tipo 2 cuando se sustituyen por otros alimentos con una carga glucémica alta, como el arroz blanco de grano largo», afirma Akhavan quien añade en un comunicado: «No se observaron efectos nocivos en los resultados de salud medidos y se demostraron algunos beneficios cardiometabólicos para la salud, que coincidían con lo que esperábamos ver. Por lo tanto, los diabéticos no deberían evitar las patatas».