Todos los tipos de café se vincularon con una reducción en la muerte por cualquier causa
El consumo de café, asociado a una mayor longevidad
Tanto el molido como el instantáneo y el descafeinado se asociaron con la reducción de enfermedades
Una bebida esencial en nuestra alimentación es el café. Además de se un alimento utilizado para socializar, su contenido en cafeína ayuda a proporcionarnos la energía diaria que, sobre todo a primera hora de la mañana, no solemos tener.
Pero además ya se ha demostrado previamente los múltiples beneficios que tiene la ingesta de café: quema calorías, reduce el riesgo de alzhéimer, ayuda a evitar la depresión y disminuye el riesgo de enfermedad hepática, entre otras virtudes.
Ahora, un nuevo estudio publicado en el European Journal of Preventive Cardiology afirma que beber dos tazas de café molido, descafeinado o instantáneo se asocia con un menor riesgo de muerte temprana y enfermedad cardiovascular.
El consumo leve a moderado de café molido, instantáneo y descafeinado debe considerarse parte de un estilo de vida saludableAautor del estudio
Los investigadores detallan que la cafeína, que es el componente más conocido del café, contiene «más de 100 componentes biológicamente activos». Por ello, es probable que «los compuestos sin cafeína sean los responsables de las relaciones positivas observadas entre el consumo de café, las enfermedades cardiovasculares y la supervivencia».
El autor del estudio, el profesor Peter Kistler, del Baker Heart and Diabetes Research Institute de Melbourne, (Australia) explicó: «Los resultados sugieren que el consumo leve a moderado de café molido, instantáneo y descafeinado debe considerarse parte de un estilo de vida saludable».
Conclusiones
Esta investigación analizó las asociaciones entre los tipos de café y las arritmias, enfermedades cardiovasculares y muerte basándose en datos del Biobanco del Reino Unido, que contó con 449.563 adultos de entre 40 y 69 años.
Todos los tipos de café se vincularon con una reducción en la muerte por cualquier causa. La mayor reducción se observó con dos o tres tazas al día, que en comparación con no beber café se asoció con un 27 %, 14 %, y 11 % menos de probabilidad de muerte para las preparaciones molidas, descafeinadas e instantáneas, respectivamente.
Lo mismo ocurrió al observar las enfermedades cardiovasculares: el café se asoció con una reducción en la incidencia de este tipo de enfermedades. Sin embargo, en el caso de las arritmias, el café molido y el instantáneo las disminuyeron, pero no el descafeinado.
El profesor Kistler dijo: «Nuestros hallazgos indican que no se debe desalentar el consumo de cantidades modestas de café de todos los tipos, sino que se puede disfrutar como un comportamiento saludable para el corazón».
