20 de octubre. Plaza de Castilla
Los ciudadanos debemos estar donde está la Ley y la Ley está allí y por eso vamos a dejar nítida constancia de nuestro apoyo a jueces, magistrados y profesionales de la Justicia que son garantes de nuestra libertad
Quién me conoce sabe que desde las grandes manifestaciones de Barcelona que organizó Societat Civil Catalana, entidad de la que entonces tenía el honor de ser presidente, no suelo ser partidario de concentraciones públicas que no alcancen una extraordinaria dimensión y afluencia ciudadana que sí efectivamente sean capaces de remover los cimientos del poder y sus caprichos.
Entiendo y comparto por supuesto que son más que sobrados los motivos que los ciudadanos demócratas españoles tenemos para manifestar nuestro desasosiego, nuestra enérgica protesta y nuestra profunda inquietud por la pérdida de libertad a la que nos está conduciendo la política y ambiciones o delirios del Sr. Sánchez y sus secuaces.
Por ello y por mucho más es comprensible que un más que mayoritario sector de la sociedad española demande y exija una contundente respuesta concentrando en la calle una masa de gente pacífica que elevando su voz alcance a los oídos sordos del poder de la por ahora impune corrupción de Moncloa y clan familiar, de la nefasta composición de un gobierno que no es más que una máquina de insultar a la población, de una torpeza sin parangón en política exterior y de la invasión de unas instituciones del Estado por personas que las piensan arruinar cuando no destruir.
El ciudadano de a pie que paga sus impuestos, que trabaja y sostiene a su familia, empresas y finalmente al país, aquél que no vuela en Falcon ni se aposenta en sillones, poltronas y coches oficiales, el que no disfruta de asesores, asistentes y tarjetas de crédito, todo aquél al que no se le reservan asientos en las primeras filas y las fotos, la prensa y los medios no les hace ni pajolero caso porque aparentemente no es nadie, siente la necesidad de enarbolar su bandera y acudir a la queja colectiva, a los vítores a España, a la Constitución y a sus Instituciones. Y por qué no a poner a caer de un burro a todos aquellos que nos han traído hasta aquí y quieren la miseria y destrucción de nuestra nación sin la que el mundo no sería como es.
Por ello a título personal y como presidente de Foro España Cívica y asociaciones adheridas voy a apoyar y asistir en el papel que se me asigne a la manifestación del próximo domingo 20 de octubre en la Plaza de Castilla de Madrid. No se cuántos seremos, pero estoy seguro que allí estaremos los que tengamos que estar, los libres, los iguales y los que defendemos nuestra condición de españoles, nuestra historia y nuestro papel en el mundo después de haber vertido mucha sangre para llegar hasta aquí.
Me gustaría desde esta privilegiada tribuna aplaudir la decisión que tuvimos/tuvieron de establecer la manifestación en la Plaza de Castilla, no solo por sus dimensiones sino por la componente alegórica y oportuna de estar frente a la ciudad de la Justicia con mayúsculas, el lugar donde ciudadanos de toda condición han acudido a denunciar, a defender y a someterse a la Ley que a todos nos afecta y obliga. Eso sí, a alguna como la Sra. Begoña, esposa de Su Persona se le permite esconderse y no dar la cara como todo el mundo pues parece que lo normal no va con ella.
Los ciudadanos debemos estar donde está la Ley y la Ley está allí y por eso vamos a dejar nítida constancia de nuestro apoyo a jueces, magistrados y profesionales de la Justicia que son garantes de nuestra libertad, de nuestros derechos y obligaciones, de nuestra convivencia en paz, en suma, de nuestra libertad individual y colectiva.
Pero antes de acabar, por su actualidad, quisiera enviar un mensaje a la nueva presidenta de Mexico, de ascendencia española y apellido judío, porque me consta que no se llama Teotxilhuacanxilo, ni Rosario Moctezuma de García, para suplicarle que vaya a clase, no solo a repaso, a clase para conseguir una mínima y elemental cultura sobre la historia de su país que es el nuestro. Preside un gran país que nosotros les enseñamos a hacerlo grande y crecer en paz y que si algo estudió, creo que muy poco, lo hizo en universidades que fundó España y hoy asienta sus posaderas en un palacio que nosotros los españoles construimos. Y debería saber que en la historia nosotros no invadimos, matamos o sacrificamos a nadie que ya no estuviera muerto por las dagas y espadas aztecas. En fin señora presidenta, estudie y aprenda de donde viene usted y por qué puesto que entre otras cosas será más feliz.
Pero hoy mis deseos se orientan a que el próximo domingo día 20 de octubre tengamos la satisfacción de haber contribuido a que quién corresponda reciba el mensaje claro de que no vale a todo, que con los españoles no se juega y que en el futuro más próximo que lejano, el país volverá a la senda correcta y seguirá teniendo un horizonte mientras él, Su Persona será tan solo un triste recuerdo para todos. O ni eso.
- Mariano Gomá es presidente de Foro España Cívica