Sanción histórica
Anulan la multa de velocidad más alta jamás registrada
El suceso tuvo lugar en Bélgica hace ahora dos años y oficialmente el vehículo circulaba por encima de los 410 kilómetros a la hora
La historia de esta multa comienza hace ahora dos años, cuando un ciudadano belga marcó la mayor velocidad jamás capturada por un radar fijo de carretera.
En este caso el suceso ocurrió en las carreteras del pequeño país de Centroeuropa, con un acaudalado ciudadano como protagonista que circulaba a una velocidad indeterminada en torno a los 400 kilómetros a la hora.
Más de 400 km/h
En aquel momento la policía abrió una investigación cuyos resultados han sido hecho públicos ahora. Es cierto que uno de los radares que sorprendió al conductor registró una velocidad de 414 kilómetros a la hora, pero este dato quedó invalidado porque este tipo de velocímetros sólo están homologados para medir hasta los 300 kilómetros a la hora.
En paralelo, el Bugatti Veyron homologaba 'sólo' 407 kilómetros a la hora, por lo que era difícil creer que esa velocidad fuera real.
No corre tanto
Así, la Policía del país decidión analizar las cámaras de la zona para calcular la velocidad media a la que viajaba entre dos puntos registrados por las cámaras, al tener el tiempo que tardó en ir de uno a otro.
La realidad es que este registro fue ligeramente inferior, en torno a los 390 kilómetros/hora, un dato que desvirtúa la investigación, por lo que ante un juez es muy complicado que la Policía pueda sostener una diferencia de velocidad tan importante y mucho menos sancionarle con pena de prisión por ello.
De acuerdo con abogados todo debería quedar en agua de borrajas, pues legalmente no existe ninguna medición real de la velocidad que llevaba el ciudadano belga, un verdadero loco.
Locura de precio
Pese a que las fuerzas de seguridad belgas no han informado ni del coche ni de la identidad del conductor, todo parece indicar que viajaba a bordo de un Bugatti Veyron, un supercar creado por el Grupo Volkswagen en 2010 con 1.001 caballos de potencia.
Un vehículo que en su día costaba 1,5 millones de euros y que hoy puede encontrarse a la venta por entre 2,5 y 3 millones. Uno de los pocos coches en el mundo capaz de alcanzar estas velocidad, para hacernos una idea el conductor necesitaría más de un kilómetro para detener el vehículo a esa velocidad.